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¿Un finlandés comiendo ajiaco, un israelí bandeja paisa y un australiano abriendo un tamal envuelto en hojas de plátano? Esa es una imagen normal durante estos días en los más lujosos hoteles de Medellín por la Asamblea del BID.
Alexander Ruiz, gerente general del Hotel Intercontinental, comenta que “nuestros restaurantes ofrecen a sus visitantes comida colombiana de cada una de las regiones del país”.
La idea resultó exitosa después de que en marzo de 2007 los reyes de España vinieran a inaugurar el Parque Biblioteca España, en el barrio Santo Domingo Savio, y solicitaran platos típicos del país. Desde ese momento se tomó la decisión de tener dispuesta cocina criolla en los eventos internacionales.
Esto es lo que ocurre en este hotel donde se hospedan los ministros de hacienda, finanzas y economía de los 48 países que integran el banco, quienes son los llamados “gobernadores” del BID.
Las habitaciones en las que duermen fueron reservadas por el BID hace tres años, que tiene el derecho de asignar a cada ministro la que mejor se acomode a sus necesidades.
Al parqueadero del hotel se ingresa con facilidad. En la entrada hay dos mujeres que hablan alemán, japonés e inglés y dos policías que reciben a huéspedes y visitantes. Adentro hay policías, vigilantes, recepcionistas y botones que atienden a la seguridad de los huéspedes.
El hotel cuenta con 400 habitaciones dotadas de televisor, cafetera y cuna, además de ofrecer piezas interconectadas, 55 suites con minibar, sala de estar independiente y un centro de negocios totalmente equipado.
Por otro lado, el Hotel Dann Carlton Belfort aprovecha la Asamblea para llevar a cabo su Temporada Gastronómica Colombiana.
El lugar cuenta con 18 habitaciones con sala-comedor, cama queen size, Internet inalámbrico y minibar; 25 suites dotadas de dos baños, sofá-cama, sala-comedor, cama queen size e Internet inalámbrico y 55 habitaciones special deluxe, las cuales fueron reservadas desde hace dos años por el BID. También policías y recepcionistas bilingües guían a los visitantes.
Los funcionarios del Banco de Nueva York y de la CAF (Corporación Andina de Fomento) son algunos de los huéspedes del Belfort que, a diferencia del Hotel Intercontinental, que dejó sus tarifas a igual precio, aumentó las suyas para este evento.
“El BID ha ayudado a que el hotel tenga un mayor posicionamiento, reconocimiento, a la creación de empleo y al aumento en los ingresos por el alza de las tarifas”, dice uno de los empleados del Belfort.